Recortaron los subsidios del INCAA: despidos encubiertos y el drama del sector
El Instituto Nacional de Cines y Artes Audiovisuales (INCAA) estuvo en el centro de la polémica privatizadora y anti estatista del presidente Javier Milei, desde que estaba en la campaña electoral. Durante la mañana de este lunes, se hizo realidad los miedos de los trabajadores de esta industria, luego de que emitiera una resolución en donde dio marcha atrás con la dinámica de subsidios y dejará sin empleo a todos los monotributistas que brindaban servicio.
La Resolución 2024-16 del INCAA, con referencia "suspensión erogaciones económicas en el marco de la racionalización de recursos", apuntó directamente al vaciamiento de la entidad. En esta, y presentado bajo el menester de "propiciar una gestión eficaz en la asignación y administración de los recursos públicos" se justifican las "medidas que permitan superar la situación de emergencia creada por las excepcionales condiciones económicas".
Allí, fundamentaron que como "resulta indispensable actuar de manera urgente y hacer todos los esfuerzos necesarios para evitar mayores perjuicios económicos para el Organismo", se hizo "necesario suspender toda erogación económica que derive de la aplicación de apoyos y aportes institucionales".
Esto quiere decir que el INCAA dejará de otorgar subsidios a los realizadores cinematográficos que se postulaban para recibir estas ayudas. Ya desde hace unos meses se le había dejado de pagar a los jurados que los elegían, por lo que virtualmente esto ya no funcionaba como correspondía.
La definición de "suspender la aplicación de las Resoluciones INCAA N° 171-E/2019, N° 318-E/2023 y N° 1221-E/2023", apuntó contra estos subsidios, aunque también los que se le daban a "las empresas productoras de películas nacionales", que recibían el dinero correspondiente a 2.300 entradas "al valor del precio promedio estimado y publicado bimestralmente por la Gerencia de Fiscalización a la Industria Audiovisual, destinado a promocionar el estreno y la permanencia en salas de una película determinada".
El recorte al INCAA se explicitó en un ajuste feroz hacia sus trabajadores. Desde el vamos se dispuso "que las contrataciones de locación de obra y las contrataciones de obra por especialidad (monotributistas) del Organismo con vencimiento el 31 de marzo de 2024 no serán renovadas". Esto significa directamente despidos en el área, a través de contratos no renovados.
A su vez, las horas extras para todo el personal se suspendieron a partir del 1 de marzo de 2024. Lo mismo se hizo con "los adicionales en materia de servicio de Seguridad en todos los edificios", los desplazamientos tanto del personal como de los invitados dentro y fuera del país, que se encuentren en "cumplimiento de misiones y comisiones de carácter oficial".
A los empleados del INCAA se les recortó hasta la comida, ya que se suspendieron "las erogaciones correspondientes a la compra de suministros comestibles para el personal del Organismo, y los servicios y pago de motomensajeria, traslados en taxi o servicios afines". Además, tampoco funcionarán más "los contratos con compañías de telefonía celular" y "los reintegros en concepto de gastos de combustible, estacionamiento, comida, y/o cualquier otro gasto de representación institucional".